El suri

Delfín Gerónimo

Cuentan las historias que cuánta[1], hubo una época de mucha sequía y nuestros antepasados ya no sabían cómo hacer que los dioses enviaran las sagradas lluvias.

Los chacrales, las papas, quinuales, porotos, zapallos, se estaban secando porque las vertientes se agotaban y los soles y vientos eran cada vez más fuertes.

Entonces se hizo una gran ceremonia y se danzó pidiendo a la Madre Tierra el envío de los temporales.

Las fuerzas se agotaron y uno a uno los danzarines fueron cayendo sin aliento para volver al círculo.

Al final quedó solo un joven que no cesó en sus movimientos durante todo el día.

Al atardecer, el cielo se fue cubriendo de nubarrones negros que anunciaron la lluvia, y el joven renovó sus fuerzas en la danza hasta que empezaron a caer las primeras gotas del agua esperada. Cada vez más fuertes eran los truenos y más copiosa la lluvia que caía, pero la danza no cesaba, y confundido con la lluvia sus brazos cubiertos con el poncho fueron transformándose en alones grises, sus piernas desnudas se convirtieron en las de un ave de su tamaño y su larga cabellera se convirtió en el pescuezo del animal que salió corriendo loco de contento hacia los campos que embriagaban con la fragancia de la tierra mojada.

Desde entonces el Pueblo Diaguita reconoció al joven danzarín en el suri y recuerda su danza cuando el animal, en señal de anuncio de lluvia, corre por los campos haciendo infinidad de piruetas que se asemejan a los ritmos de la danza sagrada que el joven bailara pidiendo la bendición de los dioses y la Pachamama con el agua para animales plantas y hombres.

Hasta hace un tiempo este animal fué considerado sagrado y respetado por grandes y chicos. Hoy nuestro pueblo perdió la memoria de este respeto y lo persigue llegando casi a su total extinción. ¿Será por eso que cada vez llueve menos en nuestro Valle? ¿No será que debemos retomar las enseñanzas de nuestros antepasados?

[1] “Cuánta” es un término que se usa en el Valle Calchaquí para expresar algo que pasó hace mucho tiempo.

Delfín Gerónimo

Nacido el 24 de diciembre de 1956 en la Comunidad de Base Los Chañares que forma parte de la Comunidad Quilmes. De oficio ceramista por transmisión de sus abuelas y padres, cuyas técnicas heredaron de sus mayores los Diaguitas.

Su entusiasmo por la poesía es a raíz de la necesidad de reflejar hechos históricos y mitológicos de su pueblo, de retratar la vida de las personas que vivieron o viven en esta tierra. Y sus luchas por una vida más justa.

Publicaciones: Los Quilmes contamos nuestra historia (Comunidad India Quilmes, 2006), Por una Constitución que Incorpore y Garantice el Derecho de los Pueblos Indígenas, Del I al IV Paramento Regional Indígena Juan Calchaquí, Nuestro Tucma, Versos y Relatos de mi Tierra (Ediciones del Parque, 2017).

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