El mundo desde abajo. Conversaciones con niñes

Por Priscilla Hill

Ilustración: Antonio Berni

Ser niñe es preguntar siempre por lo que no se ve, por lo que se da por hecho y por todo aquello que una vez fue fundamental y hoy descansa en algún lugar olvidado. Es una forma de ser personas y existen tantas formas como niñes. Durante mucho tiempo, se les miró como seres a les que había que mostrarles un mundo ya dado para que a futuro lo habitaran. En las últimas décadas, la pregunta profunda por las infancias ha puesto en tensión las miradas más tradicionales y moralizantes, impuestas por les adultes históricamente. Así, la creatividad y las posibilidades de la ficción en la práctica cotidiana de la conversación y la observación curiosa suelen dar lugar a producciones donde les niñes proponen lógicas y construcciones propias.

La siguiente entrevista fue un trabajo colaborativo entre les editores de Elba Laso, un grupo de familias y, por supuesto, les niñes que produjeron las mágicas respuestas que a continuación transcribimos. Como toda entrevista respetuosa, contempla la oralidad y variedad lingüística de los sujetos, así como todos los lapsus donde emergen comentarios, preguntas y valoraciones por fuera del cuestionario en sí. Agradecemos a las familias que recibieron las preguntas y buscaron el momento y el espacio para poder conversar con sus hijes y registrar esas conversaciones, que reprodujimos a continuación, usando el nombre de pila de les niñes. Ojalá disfruten de la lectura tanto como nosotres de la experiencia.


  1. ¿Cuáles son las cosas que más te gustan hacer y por qué?

Nano (5 años): La única forma de hacer mi nombre es una montañita para abajo al medio y dos montañitas arriba… Perfecto. ¿Cómo te llamás vos? Nano. Te voy a hacer una pregunta. ¿Cuáles son las cosas que a vos te gustan hacer? Eeem...las cosquillitas, jugar, también divertirme, pintar, pero no jugar a cosas que son como rayos. Ajá… ¿y por qué te gustan hacer esas cosas? Porque son divertidas. Ajá.

¿Y vos? ¿Cómo te llamás?

Pedro (3 años): Pedro Pony. Hola, Pedro Pony. ¿A vos qué cosas te gustan hacer? Dibujar. ¿Qué más? Mmmm… jugar. ¿Qué más? Jugar en el piso de lava. Ahhh, mirá… ¿y qué más te gusta? La casa del árbol. Y jugar al monstruo. Y jugar a las pilladitas.

Julián (8 años): Me encanta jugar a la pelota porque me divierte y hago más ejercicio.

Bauti (4 años): Leer cuentos. ¿Y qué más? ¿Por qué te gusta leer cuentos? Porque soy un genio. ¿Qué no sos vos una genia? (ríe) Contame qué más te gusta hacer. ¿Está lloviendo? No. A ver, voy a tocar. ¿Pero qué más te gusta hacer? Saltar.

Mili (9 años): me gusta jugar con el celular y a que soy cantante. ¿Qué cantante? Tini. ¿Cómo te imaginás siendo cantante? Con muchas fotos lindas. Y linda voz. También quiero tocar la guitarra mientras canto, pero parece difícil. Bueno, pero podés practicar. ¿Me vas a comprar una guitarra? Ya te dije que sí, para tu cumpleaños, ahora no tengo plata (ríe).

Benja (7 años): Me gusta jugar con mis amigos porque me gusta subirme al árbol con ellos. Me gusta jugar más con mis amigos porque tengo compañía.


  1. ¿De qué color te imaginás la felicidad y la tristeza? ¿Por qué?

Nano: El amarillo. ¿Y la tristeza? El negro. ¿El negro por qué? Porque… a veces hay tormentas en la noche y ahí está oscuro y tristoso. Ah mirá vos… entonces ¿a vos te parece que la tormenta es oscura y tiene que ver con lo negro y lo triste? Ajám. Bueno.

Pedro: De rojo. Guau. ¿De rojo? ¿por qué? Porque sí. Bueno. ¿Y la tristeza? La tristeza es yo creo que amarillo. O rojo con amarillo. ¿Por qué? Porque sí.

Julián: La tristeza de color negro y la felicidad de color…azul. Digo lo del color negro porque hay muchas personas que ponen fotos así, tipo negro, o sea prefieren el color negro cuando están tristes. Por eso te digo.

Bauti: ¡Amarillo! ¿Y por qué se pone amarillo todo cuando uno está feliz? ¡Porque vienen las hadas! Qué lindo. Y cuando uno está triste, ¿de qué color se pone todo? Mmmm… azul! ¿Por qué? Porque están llorando. ¿Mamá me vas a poner ese buzito?

Mili: la tristeza blanca y la alegría roja. Porque el blanco es como que no hay nada y me da miedo. Y me pone triste. El rojo es como vivo. Como que pasa algo.

Benja: La felicidad me la imagino amarilla. Porque el amarillo me parece un color alegre. La tristeza gris. Porque el gris es cuando estás aburrido, triste.


  1. ¿Para vos qué son los niños?

Nano: Los que nacen de la pancita de mamá. Bien. Pero por ejemplo decime cuál es un niño. Tragá y contéstame, si querés. ¿Cuál es un niño? Vicente. La Luna. ¿Y qué hacen los niños? Juegan. Juegan, perfecto.

Pedro: ¿los niños? Eeh… las mochilas… de Superman. ¿Eso son los niños? Los niños viven en nuestra casa. ¿Cuáles son los niños? Pues esos. ¿Vos sos un niño? No, no soy un niño. Nano es un niño. ¿Y vos qué sos? Pedro Pony. Ah, cierto, Pedro Pony. Está bien.

Julián: para mí los niños son divertidos porque hay muchas personas, o sea muchos niños, que me hacen jugar y me hacen reír.

Bauti: ¡Chiquitos! ¿Chiquitos? ¿Y qué más? Ya me has llenado de tus preguntas de la aca (ríen).

Mili: los niños son personas sin problemas. ¿Cómo sin problemas? Que no hacen trámites. (ríe)

Benja: Son como amigos. Son como amigos que juegan conmigo.


  1. ¿Qué son las personas grandes?

Nano: papá y mamá. Y ¿pero ¿qué somos? ¡Grandes!

Pedro: ¡vos! ¿Yo? Atrevido (ríe). ¿Y quiénes somos las personas grandes? Ma y papi.

Julián: Las personas grandes son las personas altas.

Bauti: Adultos. ¿Y qué hacen los adultos? Exploran. ¿Qué exploran? Como los exploradores. Bueno. (ríe)

Mili: los grandes son los adultos, los que mandan en la casa. ¿Y los niños no mandan a veces? Sólo en los juegos.

Benja: Son como señores. Son más grandes que los niños y tienen más inteligencia en algunas cosas. Los adultos tienen menos inteligencia corriendo. Y son muy buenos haciendo sumas y escribiendo. Y me pueden cuidar.


  1. ¿Cómo aprenden a hablar los bebés?

Nano: Nacen y hablan. ¿Pero cómo van aprendiendo a hablar? Sus madres les enseñan.

Pedro: Así: ñañañañaña. ¿Hola? ¿siiií? Así. Bueno (ríe).

Julián: Yo creo que los bebés van aprendiendo a hablar porque van escuchando las cosas, las voces de las otras personas y también les van enseñando a hablar, o sea les dicen que vayan diciendo cosas y el bebé lo va diciendo pooco a pooco.

Bauti: Cuando se hacen grandes. ¿Cuando se hacen grandes? ¿Pero cómo hacen para aprender a hablar? Los bebés no hablan. ¿Pero cómo hacen para aprender? Así: ma-ma-ma-ma (ríe).

Mili: los bebés escuchan y primero prueban decir y no les sale hasta que un día les sale y todos le hacen fiesta. ¿Cómo que “le hacen fiesta”? (ríe) Que lo aplauden y lo felicitan y el bebé así va aprendiendo lo que está bien decir y cuando dice malas palabras a veces los grandes se ríen y a veces lo retan después. Ah, mirá vos. ¿Y qué son las malas palabras? (ríen) Culo y todo eso. (ríen) ¿Y vos pensás que está mal decirlas? En la escuela sí, pero con tus amigas se puede. Claro, es verdad.

Benja: Copiándole a sus padres. De sus hermanos también.


  1. ¿A qué te gusta jugar?

Nano: al piso es lava. ¿Y qué más? (se distrae y tararea).

Pedro: jugar “hombre, la araña” y al juego de lava en el piso. Ma, ¿me podés dar pan con mermelada, por favor? Ya te doy, mi amor.

Julián: me gusta jugar al fútbol porque me re entretiene.

Bauti: a la función de títeres. ¿A qué jugás con Adriano? A los títeres. ¿Y a qué más? A guardar cosas bajo tierra. ¿Y en el jardín? Ya te dije que a los títeres, mamá.

Mili: lo que más me gusta hacer es hablar con mis amigas. ¿De qué te gusta hablar? De mis cosas. De la vida. No sé, de lo que sea. ¿Y algo más? A las escondidas, pero si es grande el lugar y hay mucha gente. Si no es aburrido. Y con mi celular.

Benja: A mí me gusta jugar a los congelados. Se juega como que una persona te tiene que atrapar y si te toca no te puedes mover. Y si te mueves, tú tendrás que atrapar a los otros. Pero si atrapas a todos y nadie los toca, vas a ganar. Pero si uno no te toca como por media hora, el que está atrapando va a perder y van a ganar los otros. Me gusta porque, pues tú también puedes congelar y también al que atrapa lo puedes esquivar. Por ejemplo, tengo un amigo del coto que él era el que congelaba y me seguía a mí y yo daba vueltas así y así y así, y después lo mareé, y se cayó y me fui. No soy bueno tanto corriendo, pero sí engañando, o si no, esquivando. Cuando otro amigo que se llama Miguel y tiene 10 años me iba a tocar, y yo me hice para abajo y me fui.


7. ¿Qué es para vos el miedo y a qué le tenés miedo?

Nano: los alacranes. ¿Pero qué es el miedo? Cuando uno se asusta. ¿Y por qué se asusta uno? Porque …. cuando alguien hace un ruido y no sabe y ve y no hay nadie, ahí se asusta. Ahh, claro. Cree que fue un animal salvaje, pero en realidad sólo fue papá. ¿Y vos le tenés miedo a algo? Sólo a los alacranes y a cuando alguien toca el piso mientras yo estoy en la oscuridad.

Pedro: ay. Nada. Nada no me da miedo. ¿O sea que vos no le tenés miedo a nada? Noooo. Muy bien.

Julián: a lo que yo le tengo miedo es a los payasos porque de tantas películas de miedo que ya vi, ya me dan tremendo miedo.

Bauti: ¡Vampiros! ¿Eso es el miedo? ¿y vos a qué le tenés miedo? Al carpintero- paja. ¿Qué es el carpintero- paja? Es un señor que hace así: ¡aaaaaaaahhh!

Mili: me da miedo el ropero de noche y debajo de la cama. ¿Por qué? Ya sabés porqué… ¿No me querés decir? Es que si lo digo me da más miedo. Bueno, amor. Pero no te preocupés, yo siempre te estoy cuidando de que no te pase nada. También me dan miedo las serpientes. Pero en el edificio no puede haber serpientes, por eso no te hagás problema. Bueno, pero si algún día voy de viaje al campo o a algún lugar donde haya me pueden dar miedo. Ah, sí, eso sí.

Benja: es como algo que tú le tengas tristeza o cosas que no te gustan. Yo le tengo miedo a un asesino. Y bueno, una cosa más. Mi papá cuando se enoja conmigo. Porque después ya no me deja jugar Xbox por como una semana.


8. Si tuvieras que elegir un lugar para vivir además de tu casa, ¿cuál sería?

Nano: Con la Jichu.

Pedro: Afuera. ¿Afuera? ¿Con quién? Con la Luna y Nano.

Julián: Sería una casa que me refugie. Que sea, además de mi casa, que sea refugiada, que tenga comida, que tenga todo listo para sobrevivir.

Bauti: En una casa de paja. ¿Como el cerdito? Sí. ¿Por qué? Porque había un libro de historietas que alguien encontró, yo lo encontré a este libro. ¿Y por qué te gustaría vivir en una casa de paja como el cerdito? Ya sé, no quiero vivir en una casa de paja, quiero vivir en una casa de ladrillo. ¿Por qué? Así el lobo no venga. ¿Y querés vivir vos solito ahí? No, con la Abu Gachi y con vos. Ay, qué bueno. Y que juguemos a unos títeres de miedo del lobo. ¿Y dónde más te gustaría vivir? En un barco del capitán Garfio.

Mili: en un lugar que tenga muchos animales libres y agua. ¿Como un bosque? Sí, como un bosque. Donde no haya tantas casas y haya más pasto. Qué lindo, a mí también me gustaría un lugar así.

Benja: En la Kame House. Es la casa del Maestro Roshi. Porque estuviera en una isla pequeña con una casa y entonces podría ir en kayak. Y también podría como pescar con mi papá. Y dárselo a otros peces, porque yo no me lo voy a comer al pescado. Prefiero comer pescado que comer pulpo.


9. ¿Cuál es tu comida favorita?

Nano: La hamburguesa es comida chatarra. Pizza. ¿Y qué más? Tarta. ¿De qué? Así, con huevito, salchicha. Queso. También humita. ¿Eso no es comida chatarra? (ríe). No. Bueno.

Pedro: hamburguesas.

Julián: mi comida favorita son los tacos.

Bauti: Arroz con leche. ¿Y para comer en el almuerzo? Bife y papitas.

Mili: los alfajores. ¿Y de comida de plato? Mmmm… las papas fritas. (ríe)

Benja: La pizza con peperoni. Porque casi a todos mis personajes favoritos les gusta y también porque se ve muy chido.


10. ¿Qué cambiarías del mundo?

Nano: Ya sé lo que puedo cambiar: las plantas muertas. Ajá. ¿Y cómo las cambiarías? Haciendo magia para que desaparezcan.

Pedro: pppppppppppppppfffffffffff (ríen)

Julián: bueno, lo que cambiaría del mundo es que ya no haya más bullying, que no sé si es una cosa o son muchas, pero sí es una, cambiaría el bullying porque a mí de pequeño me hacían bullying, cuando iba a jardín.

Bauti: ¿qué tal si te cuento un cuento para dormir? Bueno. Había vez una abejita que no podía hacer la caca. (ríen) ¿Y qué te gustaría que sea distinto del mundo? Mamá, no sé nada de tus preguntas. (ríe)

Mili: cambiaría que no haya tantas cosas tristes como estar encerrados o gente que está en la calle y no tiene su casa ni dónde estar. Y que no dejen tantos animales tirados también. Eso debería cambiar.

Benja: que el mundo no tenga monedas, así todos podríamos agarrar lo que queremos. Y que no se maneje el dinero. También les daría alegría para los niños (ríe). Y también lo que cada uno imagine, que se haga realidad. Si imaginan cosas feas, también aparecerán cosas feas… Listo.


Priscilla Hill

Es docente de Lengua y Literatura y Editora de Elbalaso, entre otras cosas que ya dijo en otro momento. El proceso de esta entrevista fue lo mejor que le pasó en abril del 2021.

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